La salud mental en Colombia: enterrada en un cementerio de leyes
Colombia acumula leyes sobre salud mental, pero ninguna se implementa con seriedad. Un sistema colapsado y sin respuestas efectivas.
Colombia acumula leyes sobre salud mental, pero ninguna se implementa con seriedad. Un sistema colapsado y sin respuestas efectivas.
La reforma a la salud de Petro no rompe con la esencia de la Ley 100. Mantener la coexistencia entre el negocio de las EPS y el derecho fundamental a la salud contradice el propósito declarado.
La reforma a la salud de Petro carece de la profundidad necesaria para abordar las inequidades y la corrupción del actual sistema de salud.
Se enfrió el tinto entre Uribe y Petro, y no hubo acuerdo en la reforma a la salud.
Hasta el 10 de noviembre en Palestina, 312 familias habían perdido cada una más de 10 de sus miembros. 189 familias entre 6 y 10 y 549 familias entre 2 y 5. Se habían reportado también 1.800
El gobierno de Petro prometió respetar la Ley 91 y luego la ignoró. Más allá del debate sobre el modelo de atención en salud, la verdadera disputa se centra en el manejo directo de los cuantiosos recursos destinados al régimen de salud excepcional y prestaciones del magisterio.
Es innegable el riesgo que conlleva el cambio de naturaleza del régimen especial de salud del magisterio, de exceptuado de la Ley 100, a un sistema de aseguramiento homologado con el régimen contributivo de la Ley 100.
Al acercarse el final de su primer año de gobierno, Petro mantiene su doble posición frente al sistema de salud.
Mientras no se renegocien las cláusulas del Capítulo 16 del TLC, los laboratorios nacionales, aunque cuentan con experiencia, tecnología y capacidad instalada, continuarán condenados a producir medicamentos genéricos o bioequivalentes cuyas patentes ya no están vigentes, y que generalmente no ofrecen alta rentabilidad en el mercado.
el Plan Nacional de Desarrollo abre la puerta a la consolidación de un oligopolio de compañías aseguradoras que controlen la totalidad del manejo del sistema de salud. Más que nunca se necesita una normatividad que regule estrictamente las EPS.